USA: LA RELIGIÓN DEL ESTADO

UN ESTUDIO
por GARY RAY BRANSCOME


 Hay una muy extendida creencia en la neutralidad religiosa de nuestro Gobierno, y en que EE.UU. carece de religión oficial. Ese es un mito cultural, no un hecho.
 Nuestro Gobierno no es ahora religiosamente neutral. Nunca lo fue. Quienes señalan la Primera Enmienda para sostener lo contrario, o no la entienden, o mienten deliberadamente.

 Por la época en que este país se fundó, todos los trece Estados originales tenían sus propios establecimientos religiosos excepto cinco de ellos. La I Enmienda se dictó para asegurar a esos Estados que sus establecimientos religiosos no serían abolidos por el Gobierno federal a fin de imponer uno en particular. Por eso continuaron así hasta bien entrado el siglo XIX.

 Las referencias a las libertades de expresión, prensa, y otras fundadas en la I Enmienda, arraigan en la historia británica:
 Hubo una época en la que los reyes ingleses sostuvieron que los disidentes religiosos podían tener sus propias creencias; pero que en cambio no les estaba permitido predicar o tratar de ganar prosélitos (libertad de expresión), publicar literatura promoviendo sus puntos de vista (libertad de prensa), formar congregaciones (libertad de reunión), y tampoco buscar el cambio de la legislación religiosa empleando los recursos del sistema legal y político (derecho de petición.)

 El mito de que nuestro Gobierno se hizo para ser religiosamente neutral es simplemente una mentira, creada por quienes odian el cristianismo, y utilizada por quienes quieren hacer del ateísmo la religión nacional. De hecho en 1929 el Partido Comunista de EE.UU. recibió una directiva de Stalin, para emplear la Primera Enmienda como medio de hacer precisamente eso mismo.
 

EL ESTABLECIMIENTO RELIGIOSO ATEO

 Los enemigos del cristianismo han aprovechado un popular malentendido sobre lo que es la religión, para crear un establecimiento religioso sin que la mayoría de la gente lo identifique como tal.
Para ver la manera como ha sido, volvamos al origen de la adoración congregacional.
 El cristianismo tiene sus raíces en el judaísmo. Esto nos lleva al cautiverio babilónico de la nación judía: el pueblo -queriendo preservar su cultura e identidad nacionales-, comienza a formar sinagogas (asambleas.) Su propósito incluía más que adoración: de hecho originalmente eran como centros comunitarios. Los judíos podían ir el cualquier momento a la sinagoga a orar, pero al principio no hubo servicios organizados de adoración. Se reunían a discutir sus leyes. La ley se enseñaba también; y había otras actividades docentes, ya que durante la semana el Rabbi (maestro), enseñaba lectura, escritura y aritmética a los niños judíos. También se enseñaban la Ley, las opiniones de los distintos eruditos judíos, y cultura judía. Como muchos miembros acudían a la sinagoga el Sabbath, pronto se ofrecieron servicios de oración y adoración en conjunto.

 La Iglesia Cristiana ha preservado la adoración organizada como la función primaria de una congregación, pero ha renunciado a su función educacional, o la ha tratado como un extra por el cual se cobra una matrícula aparte.
 Ahora trate Ud. de imaginar qué hubiese pasado de ocurrir precisamente lo opuesto. Trate de imaginar un mundo en el cual las iglesias cristianas hubiesen hecho de la educación su función principal, abandonando la adoración organizada. Las iglesias funcionarían como escuelas; pero en los países donde las iglesias fuesen sostenidas por el Estado, esas serían escuelas estatales.
 Ahora bien, todas las doctrinas que enseña la Iglesia Cristiana se relacionan con siete eventos claves: creación, caída, Nacimiento Virginal, Muerte de Cristo, resurrección, ascensión y futuro retorno. Suponga entonces que otra religión copa esas escuelas estatales, enseñando la evolución en lugar de la creación. Negando la naturaleza caída del hombre, y enseñando en su lugar que el comportamiento humano es determinado por su ambiente y no por su naturaleza. Suponga que -a fuer de "neutralidad religiosa"- enseña que Cristo es sólo otro maestro espiritual, entre tantos en la historia del mundo. Y que la moralidad es asunto de opinión. Suponga que esa religión niega como "anticientífica" la posibilidad de milagros, como el nacimiento virginal o la resurrección. Y suponga por último que en lugar de advertir a la gente sobre el venidero Juicio, esta religión negase que hay una vida después de la muerte ...
 ¿Sería esta religión diferente de lo que se enseña hoy en el sistema de escuelas públicas?
 Es asombroso como este sistema es usado tan efectivamente por Satanás para subvertir la cultura cristiana y minar los fundamentos morales de nuestra sociedad y Gobierno.
La educación pública quiere culpar al hundimiento de la familia por la actual quiebra de la sociedad; pero a la familia la han socavado esa misma educación, y la falsa religión que promueve.
 

SUBVERSIÓN SOCIAL

 Esta religión estatal no se produjo accidentalmente. Por varias generaciones hubo gente que la planificó cuidadosamente, y trabajó para concretarla. El Manifiesto Comunista abogó específicamente por la creación de escuelas públicas "libres", allá por 1848. Marx sabía muy bien que esas escuelas arrancarían la educación infantil de manos de los padres y las iglesias.
 Sin embargo, los comunistas fueron solamente uno de los muchos grupos seducidos por esta perspectiva. Samuel L. Blumenfeld en su libro "EL CABALLO DE TROYA DE LA NEA" [NEA TROJAN HORSE IN AMERICAN EDUCATION, referido al sindicato de maestros NEA: National Education Association] incluye muchas citas que documentan el hecho de que ciertos personajes claves planearon comenzar a establecer una religión secular. Por ejemplo estas tres:

 # "El movimiento de la Cultura Ética fue fundado en 1876 por Felix Adler, quien vio la necesidad de darle una religión no teista a la gente que ya no aceptaba las creencias tradicionales ... Este objetivo fue bellamente desarrollado con Dewey." pág. 71.

 # "Dewey fue así quien comenzó a poner de moda una nueva religión materialista, en la cual la humanidad es venerada en lugar de Dios." pág. 55.

 # "En 1933 John Dewey y otros 33 humanistas liberales redactaron y firmaron ese extraordinario Documento, conocido como Manifiesto Humanista ... que llamó al abandono de la religión tradicional, y a su reemplazo por una nueva religión secular." págs 225 y 226.

 En marzo de 1984, el Departamento de Educación del Gobierno de los EE.UU. citó a testificar a gran número de estudiantes, padres y maestros, sobre ciertas regulaciones propuestas en defensa de los derechos estudiantiles. Se registraron más de 1300 páginas de testimonios.
 Phyllis Schlafly editó algunos extractos de las transcripciones oficiales. Crossway Books publicó una versión con el título: "ABUSO INFANTIL EN EL AULA" (CHILD ABUSE IN THE CLASSROOM), libro que documenta el celoso ataque a las creencias religiosas de los estudiantes por parte de muchos maestros. Las siguientes citas son del libro:

 # "La batalla por el futuro de la humanidad debe librarse y ganarse en el aula de la escuela pública, por maestros que perciban correctamente sus roles como proselitistas de una nueva fe." (pág 120, citado de HUMANIST MAGAZINE.)

 # "El Dr. Benjamin Bloom ... en su reciente libro "TODO LO QUE NUESTROS NIÑOS APRENDEN" (ALL OUR CHILDREN LEARNING) dice: "El propósito de la educación es cambiar los pensamientos, sentimientos y acciones de los estudiantes." (pág. 145.)

 # "El informe de la NEA titulado EDUCACIÓN PARA LOS '70 (EDUCATION FOR THE SEVENTIES) dice: 'Las escuelas se volverán clínicas, cuyo propósito es dar tratamiento sico-social a los estudiantes.'" (pág. 168.)

 # "Kohlberg mide el grado de cambio en el nivel moral de los estudiantes. Presenta dilemas morales que deliberadamente crean conflicto interno en el estudiante ... el mensaje de esos engañosos dilemas es claro como el cristal y siempre el mismo: que no hay bueno o malo absolutos conforme a los cuales vivir y actuar." (pág. 178.)
 

CONCLUSIÓN

 Una gran objeción a la iglesia del Estado, es la queja de que no es ético forzar a apoyarla o permitir que sus hijos sean adoctrinados en sus creencias a quienes desacuerden doctrinalmente con ella.
 Por tanto, es igualmente no ético forzar a los cristianos a apoyar un sistema de escuelas estatales con el que discrepan doctrinalmente; o forzarlos a dejar que sus hijos sean adoctrinados por ese sistema. Actualmente, los objetores a este adoctrinamiento para sus hijos pueden evitarlo, pero sólo con gran sacrificio personal. ¡Esto debe cambiar! Para preservar la libertad, debemos separar al Gobierno de la educación.
 
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