ARGUMENTO POR LA EDUCACIÓN CRISTIANA CLÁSICA
ALGUNAS IDEAS
 

por GARY RAY BRANSCOME


 Está escrito: "Buscad los antiguos caminos, donde se hallan los buenas sendas, caminad en ellas y hallareis reposo para vuestras almas." (Jeremías 6:16.)

 En la primera parte del presente siglo, hacia 1914, en la mayoría de las universidades estadounidenses se reemplazó la currícula o pensum clásico, base de la educación en cientos de años, por el llamado moderno o científico.
 Y desde ese cambio, y yo creo que como su resultado directo, hemos visto a nuestras universidades pasar por una transformación degenerativa: de respetados claustros de aprendizaje, a perversos centros de entrenamiento ideológico. Las mismas universidades que antes mantenían excelencia ética, espiritual y académica, se convirtieron en cloacas de degeneración moral y vuduismo espiritual. La moralidad dominante en los recintos universitarios es la de la pendiente inclinada o línea del menor esfuerzo, la de los sectores menos educados de la sociedad.
 La mayor evidencia que podemos tener es que la misma educación ofrecida es mala educación. No deberíamos cegarnos a este hecho por ser las universidades todavía capaces de entrenar a las personas para ciertos empleos bien pagados. ¡Entrenamiento no es educación!

 Muy lejos del simple entrenamiento, la educación -verdadera- involucra una disciplina de la mente, que capacita a la persona educada para elevar su pensamiento por encima de las ideologías y pasiones de cada época. Para lograr este resultado, la curricula clásica requería del estudiante el estudio de las lenguas clásicas. Un cierto conocimiento de esas lenguas era importante por ej. para entender el significado de muchas de nuestras palabras inglesas, porque el actual idioma inglés contiene más raíces latinas que anglosajonas. Y la comprensión clara de los conceptos que las palabras transmiten, es básica para la capacidad de pensar claramente. Sin este conocimiento de las palabras, los académicos modernos se encuentran severamente desventajados en su pensamiento. Por ej., muy pocos de ellos entienden la diferencia entre república y democracia, siendo términos completamente diferentes en orígenes y significados. Sin embargo los "padres fundadores" de este país entendieron muy bien esa diferencia, y por eso veían a la república como la mejor forma de gobierno, no la democracia, que consideraban la peor.

 Adicionalmente al claro entendimiento de las palabras, el estudio de los clásicos habilitaba al estudiante para expandir su pensamiento más allá de las formas dominantes en su propia época.
A través de un conocimiento del pasado, el estudiante podía elevar su mente por encima de la ideología, y así captar otro punto de vista diferente. Una vez que el estudiante ganaba esta perspectiva histórica en su pensamiento, ya no era tan fácilmente convencido por cualquier viento de doctrina ideológica. Era capaz de superar mentalmente las tendencias de su sociedad, y ver cada idea en su propia perspectiva histórica. Podía ver donde comenzaban en el tiempo muchas ideas, sus consecuencias históricas, y cómo reaparecían de tanto en tanto, alteradas sólo parcialmente.
 Por supuesto que también era capaz de juzgar las ideas objetivamente y de modo imparcial, a la clara luz de la Palabra de Dios.

 Por ejemplo: en la descripción que Platón hace de la muerte de Sócrates, encontramos que el segundo creía que nuestro sentido de lo bueno y lo malo no proviene de una ley de Dios inscrita en nuestros corazones (Romanos 2:14), sino de las leyes establecidas por los gobiernos. En otras palabras, en lugar de ver la ley moral como base de la ley política, Sócrates vio a esta como fundamento de la moralidad. A través de la historia esta visión se ha conocido como "estatismo". Y si bien es cierto que la ley política es necesaria para reforzar y apoyar la ley moral, quienes la hacen fundamento de la moralidad concluyen erróneamente en que si cambian la ley política, entonces podrán cambiar la ley moral inscrita en los corazones, y así cambiar la naturaleza humana.

 Con la publicación de su libro "La riqueza de las naciones" (The Wealth of Nations), Adam Smith fundó la ciencia de la economía. Pero una teoría que él expuso, hoy generalmente rechazada, dice que el valor de un producto deviene de la cantidad de trabajo incluida en el mismo. Esta teoría no explica adecuadamente muchas cosas, como por ej. que el hierro y el oro, requiriendo medidas similares de trabajo para ser producidos, tienen precios muy diferentes. Por eso ahora reconocemos el hecho de que el valor es subjetivo. Sin embargo, antiguos economistas que aceptaron la visión de Adam Smith, concluyeron equivocadamente que las rentas de la tierra, los intereses y aún los beneficios eran injustos, puesto que contribuían a incrementar el valor de los productos sin representar trabajo agregado alguno.

 La teoría de la evolución no es totalmente moderna. Fue propuesta hace siglos, como una explicación naturalista de los orígenes. De hecho alguna forma de evolucionismo es básica en toda religión pagana. Todo lo que hizo Darwin fue torcer alguna información para hacer parecer que esta filosofía podía ser apoyada por los datos observados. Pero nada más lejos de la verdad. La evolución nunca ha sido observada, ni puede demostrarse experimentalmente, por tanto no es ciencia. Ganó amplia aceptación no porque fuese consistente con los hechos, sino porque prestó crédito a la por entonces popular creencia en la perfectibilidad del hombre y la sociedad.

 Y a su vez la teoría de la perfectibilidad humana fue popularizada por Robert Owen, generalmente considerado el padre del socialismo moderno. Creyó que la naturaleza humana no era básicamente pecaminosa, y que podía ser mejorada sólo cambiando las influencias que sobre ella ejerce el medio o ambiente.

 Por último, el comunismo reunió y desarrolló las cuatro erróneas doctrinas que hemos discutido. Adoptó le equivocada creencia de que el beneficio es inmoral. Y la combinó con la idea de que la humanidad es perfectible; y con el estatismo. Sobre la base de estas creencias propuso alterar la sociedad, para que las personas estuviesen dispuestas a compartir todas las riquezas, igualitariamente. Aunque primero se requería establecer una dictadura, que cambiaría la moralidad y la naturaleza humana, obligando a la gente a vivir de acuerdo a los ideales comunistas.
 Los años recientes han mostrado qué funesto fracaso es el comunismo. Los promotores de esa teoría han causado indecibles sufrimientos a millones de personas en Europa del este. Esto debería advertirnos sobre el peligro radicado en permitir que una ideología ligada a los seudo académicos se haga dominante en nuestras universidades.

 Siento temor por EE.UU. Simplemente porque esa curricula provinciana que domina nuestros claustros de enseñanza, sigue produciendo graduados que adhieren -con religiosa devoción- a las tiranías producidas por las creencias en la evolución, la perfectibilidad del hombre y el estatismo. Los académicos clásicos pueden ver claramente que esas creencias subyacen bajo las modernas aberraciones del feminismo, la "política correcta", el relativismo moral y el humanismo secularista.
 Conozco una mujer que supongo se cree a sí misma pluralista. De visita en la Iglesia a la que yo iba, vió que adhería a la distinción de la Escritura entre los roles de hombres y mujeres. Entonces urgió a las mujeres de la congregación a demandar "igualdad". Por supuesto, lo que realmente quería imponer a la congregación era su propio y estrecho concepto "igualitarista" de la igualdad. El igualitarismo es sólo otra más de las equivocadas doctrinas que han aparecido en la historia, y también está en la base del comunismo. La mujer quería que otros tolerasen sus opiniones, pero no estaba dispuesta a tolerar las opiniones de otros; de hecho en esa época trabajaba en pro de las leyes deducidas de la ERA [Equal Rights Amendment: Enmienda por la Igualdad de Derechos], que emplearían el sistema legal para forzar esas mismas opiniones suyas contra las de todo el resto del mundo. Es triste que nuestro sistema académico produzca unos graduados de mente tan provinciana.

 Allan Bloom, en su libro "El estrechamiento de la mentalidad estadounidense" [The Closing Of The American Mind] lamenta profundamente esa angosta y casi dictatorial mentalidad común en muchas universidades. Ante la posibilidad de que nuestro país alguna vez trate de reclutar a nuestras hijas para enviarlas al combate, mi esposa y yo hemos hablado seriamente sobre la posibilidad de tener que vernos obligados a dejarlo, para poder escapar a una tiranía tan idiota. Es casi increíble que sus promotores sean llamados académicos. Las pesadas cargas de la tributación y las regulaciones gubernamentales -que aumentan opresivamente casi a diario-, en gran medida también arraigan en los errores del estatismo y el igualitarismo. Y no veo real esperanza de cambio en esta tendencia, hasta que no haya un retorno general a la Palabra de Dios, y a la curricula clásica que se enseñaba en concordancia con ella.
 

CONCLUSIÓN

 A través de la historia, siempre ha habido cierta gente que se ve a sí misma como una elite. Cree que es superior a las demás personas, y que todos los problemas en nuestra sociedad virtualmente desaparecerían con sólo hacer que todo el mundo piense igual que ellos. Siglo tras otro, ese tipo de gente se ha introducido en posiciones de poder e influencia, carcomiendo como la polilla, y las ha empleado para tiranizar al resto de la humanidad. Un conocimiento de los clásicos, y con la correspondiente comprensión de las maneras como esa gente ha operado en el pasado, sería de gran valor para evitar la tiranía que vemos desarrollarse en este país.
 


 
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